Mi Abuelo y Yo.

Mi Abuelo y Yo.

Mi Abuelo y Yo.


    "Mi Abuelo y Yo" es un pequeño libro que narra el vuelo al pasado de un abuelo junto a su nieta, un mundo lejos de esta realidad al que el abuelo la transporta y juntos viven una aventura en un mundo desconocido para ella pero a la vez real e imaginario. 

La Historia de “Mi abuelo y yo.


    Al llegar la noche comenzaron a aparecer como punteadas una a una las estrellas y en la cima de un cerro se divisaba el reflejo del brillo inconfundible de la luz de la luna que venía subiendo muy lentamente, para finalmente posarse  en el firmamento.

     Como ya oscurecía, también se encendieron las luces que bordeaban los lados y la parte trasera de la casa. Esto provocó que la mágia de la luz de la luna y las estrellas perdiera su encanto, por lo que el abuelo se levantó a apagar todas las luces que entorpecían la visibilidad del cielo nocturno, volviendo así a la mágia de la luz natural y mientras miraban ese maravilloso cielo de luces naturales el abuelo comento:

 “ Este cielo me recuerda las noches de mi pueblo”.

     La nieta al escuchar ese comentario preguntó: ¿Abuelo, tu pueblo era oscuro?
 
     El abuelo respondió: Si, era oscuro pero no tanto. No había alumbrado público en las calles, por eso en ciertos lugares los dueños de casa enterraban una rama de árbol gruesa y larga en la acera de su casa y ahí ponían una bujía para que medio alumbrara a los que caminaban por las calles, pero está la apagaban cuando se acostaban. También existía la costumbre de que las puertas de entradas a las casas siempre estaban abiertas y de esta forma la luz de las casas también alumbraba un poco las calles. El pueblo a medida que entraba más la noche y los pobladores se iban a sus camas se volvía más oscuro, ya que cada quien cerraba sus puertas y apagaba las luces. Esas eran las noches en mi pueblo, tal vez eran tristes o alegres, la verdad no tengo idea clara, pero cuanto extraño esas noches. 

    Recuerdo que en esas noches mis amiguitos y yo nos hacíamos en las partes donde casi no alumbraban las luces de las casas y comenzábamos a jugar con las luciérnagas o quiebra platas como le decíamos. Las agarrábamos y las manteníamos entre nuestras manos para ver su brillo reflejado entre nuestros dedos, otras veces las metíamos una a una en vasos de vidrio y nos sentábamos a ver como brillaba el vaso cuando ellas se encendían y así pasábamos largo tiempo, cuando ya nos llamaban porque era hora de acostarse abríamos el vaso y mirábamos como salían volando en distintas direcciones y nos decían adiós encendiendo sus lucecitas. Por esos recuerdos bellos de mi infancia, es que tú me ves que a veces por las noches salgo al patio sin encender las luces y lo hago porque quiero  escuchar de la luna y las estrellas esos recuerdos de mi infancia vividos en ese mi querido y pequeño pueblo.

    La nieta escuchaba en silencio y muy atenta a la narración que le hacía su abuelo y en su imaginacíon recreaba cada frase o escena tal y como ella la lograba  captar según el abuelo se la describía. La niña estaba tan sumergida en ese mundo que le describía su abuelo, un mundo de crear e imaginar que quería escuchar más y más de ese lugar y entonces hizo otra pregunta.

    Abuelo, ¿ Cómo era ese pueblo donde tu naciste?
 
    Antes de contestarte déjame decirte algo. Entre tu mundo y el mundo de mi infancia hay una gran diferencia. Es posible que para mí fue mejor vivir mi infancia en esos  tiempos, que estar viviéndola ahora. Pero tú vives tu tiempo y es para ti lo mejor que te pueda pasar. Por mi parte yo no puedo vivir tu tiempo ni visitarlo, solamente me es posible verte a ti viviendo tu infancia y disfrutar de tu compañía.

    Espero hayan disfrutado de este pequeño fragmento del libro' "Mi Abuelo y Yo"


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